Como líder ministerial encargado de la misión de cuidar a una congregación o a un grupo de estudiantes y familias, usted desea construir relaciones sólidas. A través de estas relaciones se construye la confianza, se comparte el evangelio de Jesucristo y se dan oportunidades para el discipulado. A veces esto puede resultar difícil en el torbellino de la programación diaria de la iglesia. Como líder, usted decide buscar una manera de pasar un período prolongado de tiempo junto con un segmento de su comunidad, y comienza a buscar la posibilidad de hacer un retiro. En el mundo de los campamentos, creemos que todo el mundo necesita un descanso de la rutina de la vida cotidiana. A través de este tiempo de creación de margen intencional la gente puede crecer más unida en una cantidad más corta de tiempo a través de una experiencia común, compartida. Si nunca he planeado algo así, ¿por dónde debo empezar? Aquí tienes algunas preguntas clave que debes tener en cuenta a la hora de elegir dónde ir a un retiro.

1. ¿Por qué debería hacer algo en un campamento?

Los campamentos suelen estar situados en entornos naturales al aire libre. Parte de alejarse de la rutina consiste en cambiar el paisaje, los sonidos, los olores e incluso el ritmo de vida. Busca entornos que ofrezcan espacio para explorar, sentarse y hablar, observar la belleza de la creación de Dios. ¿Hay senderos, lagos, estanques o arroyos? Todo esto crea un gran espacio para una comunidad temporal. 

2. ¿Cuánto me va a costar?

El precio siempre será un factor a tener en cuenta. Algunos lugares tendrán el espacio para permitirte tus propias comidas. Si ese valor te ayuda, reconoce que necesitarás a alguien que se encargue de toda la preparación de las comidas antes y durante tu retiro. Otros lugares proporcionarán las comidas, y puede ser un alivio útil para que usted y sus invitados sólo tiene que aparecer para una comida. Lo primero que recomiendo buscar es una estructura de precios sencilla que te permita planificar el coste final. Algunos lugares pueden tener actividades adicionales que puedes reservar y que requieren costes adicionales. Pregunte por adelantado y sepa qué actividades están incluidas en el precio base. La estructura de precios más sencilla es el coste por persona, que suele incluir el alojamiento, los espacios de reunión, las comidas y algunas actividades generales. 

3. ¿Qué podemos utilizar?

Planear hacer algo fuera del ritmo normal de los servicios religiosos del fin de semana y de la programación de la noche es una carga adicional. El calendario de la iglesia no se detiene sólo porque usted tenga planeado un retiro. Busque instalaciones que tengan actividades disponibles que no cuesten extra. Busca juegos de baja tecnología como el ping pong, gimnasios cubiertos, campos de pelota, canoas o kayaks. Cosas que no cuesten dinero extra y que puedas utilizar como tiempo libre en la agenda para que las relaciones tengan lugar. 

4. ¿Cómo es la comida?

Si eliges un lugar que ofrezca comida, pregunta qué tipo de comidas suelen servir. Algunos campamentos incluso se ofrecen a acoger a personas que ejercen su ministerio a tiempo completo para pasar la noche sin coste alguno. Averigüe si puede programar una visita al campamento y hacer un recorrido en un momento en que se sirvan comidas para que pueda tener una idea de cómo es la comida. 

5. ¿Es importante ser el único grupo in situ?

En realidad depende de la disposición del lugar. Lo más importante es saber si tendrás tu propia cabaña e instalaciones para reuniones. Así será más fácil compartir con otros grupos zonas generales como campos de pelota, gimnasios o actividades frente al mar. Si es un grupo grande, pregunte cuál es el número mínimo para tener uso exclusivo. Si es un grupo pequeño, reconozca que al tener varios grupos más pequeños es factible que el campamento atienda a su grupo. A veces, los campamentos tienen un número mínimo de reservas que no exigen si hay varios grupos. 

6. ¿Qué ocurre si se produce una emergencia en el lugar de los hechos?

Es bueno saber con qué tipo de apoyo de personal contará durante su estancia. La mayoría de los campamentos le aconsejarán que disponga de un plan de emergencia, una lista de los asistentes y algún tipo de exención de responsabilidad que deberá firmar cada invitado. Una buena pregunta para hacer al campamento es: "¿Habrá un anfitrión o persona de contacto con la que podamos comunicarnos durante nuestra estancia?". Querrás asegurarte de tener acceso a alguien que pueda ayudarte si necesitas ayuda médica o simplemente un problema de mantenimiento inesperado (agua corriente a las 2 de la mañana). 

7. ¿Con cuánta antelación debo planificar un retiro en un campamento?

Depende del tamaño del grupo. La mayoría de los campamentos hacen reservas para un año cada vez. Los grupos de 250 o más personas deben planearlo con un año de antelación. Los grupos de 100-250, de 6 a 9 meses. Para grupos de 100 personas o menos, es razonable pensar que se puede encontrar un lugar con unos 6 meses de antelación. 

Esperamos que estas preguntas te sean útiles cuando planees un descanso de la rutina de la vida cotidiana con personas de tu comunidad eclesial. Las horas que pasamos juntos fuera pueden crear un vínculo mucho más fuerte que un año lleno de breves interacciones los domingos por la mañana o los miércoles por la noche.