Cuando estaba en la escuela, siempre me gustaron los proyectos de grupo o incluso simplemente trabajar con otra persona en un proyecto. Específicamente, cuando estudiaba en el Seminario Teológico de Dallas, tenía un profesor que te permitía asociarte con un compañero para escribir un trabajo y en realidad contaba como 1,5 trabajos, en lugar de sólo 1 trabajo. Así, si tenías que escribir 6 trabajos ese semestre, podías escribir 4 con un compañero y listo. En un sentido, parecía una manera mucho más eficiente de escribir trabajos, pero también era realmente divertido y genial asociarse con otra persona para abordar un pasaje particular de las Escrituras y aprender juntos.

Un ejemplo bíblico de asociación ministerial lo encontramos en la asociación de Pablo con la iglesia de Filipos, una iglesia que él mismo plantó al principio de su ministerio. Cuando escribe su carta a la iglesia, unos diez años más tarde, habla en Fil. 1:5, habla de la "colaboración en el evangelio" de los filipenses, una colaboración que, como veremos más adelante, implicaba compartir personal (Fil. 2:19-30) y recursos económicos (Fil. 4:10-20). También se trataba de una asociación que existía desde la fundación de la Iglesia (Flp 1:5; 4:15).

De vez en cuando, las iglesias, las organizaciones ministeriales y los cristianos individuales encuentran útil asociarse con otras iglesias, organizaciones y cristianos para un propósito compartido o para satisfacer una necesidad específica. 

Un ejemplo de asociación ministerial podría ser cuando un grupo de iglesias trabajan juntas para llevar a cabo una evangelización en toda la comunidad. Otro ejemplo podría ser cuando un cristiano se asocia con otro cristiano misionero a través de la oración y el apoyo financiero. Otro sería el de una iglesia o ministerio que se asocia con un campamento o centro de retiros para lograr un objetivo concreto mediante un retiro de fin de semana.  

Cuando pienso en asociaciones ministeriales, creo que las posibilidades son realmente infinitas. Estas asociaciones pueden ser de todo tipo y tamaño, pero comparten algunas características comunes. He aquí tres características de las asociaciones ministeriales eficaces:

• Visión compartida. Las asociaciones ministeriales siempre implican una visión común.
• Valores compartidos. Las asociaciones ministeriales incluyen algunos valores compartidos.
• Creencias compartidas. Aunque no es necesario que los socios del ministerio estén de acuerdo en cada jota y tilde de la doctrina, debe haber un acuerdo en los fundamentos básicos de la fe cuando dos organizaciones confesionales trabajan juntas.

¿Le gusta asociarse o no? ¿Buscas asociarte con un campamento y centro de retiros? En el Rancho Nueva Vida nos encantan las asociaciones, llámenos.